martes, 6 de septiembre de 2011

1.3 Principios lógico-ontológicos de la argumentación

FUENTE:
http://www.conocimientosfundamentales.unam.mx /vol1/filosofia/m01/t01/01t01s02.html
(Modificado)





Principios lógico-ontológicos de la argumentación: Identidad y no contradicción
La ciencia, dice Aristóteles, "se deriva de principios que son necesarios" y que no necesitan ser demostrados porque son en sí mismos evidentes. De esta manera, la ciencia, el conocimiento mismo, parte de ciertos principios fundamentales o "puntos de partida", sin los cuales no sería posible pensar con orden, con sentido y rigor lógico.
La lógica tradicional nos habla de los principios lógicos supremos que rigen el proceso del pensamiento. Estos principios son de tal amplitud que se aplican a las distintas ciencias particulares (matemática, física, historia, etcétera).
El campo extraordinariamente amplio de aplicación de las leyes de la lógica se explica por el hecho de que estas leyes reflejan facetas y relaciones de los objetos del mundo material tan simples que se dan en todas partes. Estos principios lógicos son cuatro:

El principio de identidad
Este principio establece que todo objeto es idéntico a sí mismo y se simboliza de esta manera:

"A es A"

Decir que una cosa es idéntica a sí misma significa que una cosa es una cosa. Podemos decir que una cosa cambia constantemente, sin embargo, sigue siendo ese mismo objeto, pues si no fuese así, no podríamos decir que ese objeto ha cambiado.
Todas las cosas, por mucho que éstas cambien, tienen algo que las identifica, un sustrato lógico que nos permite identificarlas en la totalidad de sus diversas situaciones. La identidad es una ley de nuestro pensamiento, ya que éste reclama buscar la identidad de las cosas.
En primera instancia, cuando formalmente aludimos al primer principio lógico llamado de identidad, nos referimos a los objetos o cosas, por lo cual, hablando con rigor, éste sería un principio de carácter ontológico, porque nos referimos a las cosas (recordemos que la ontología estudia los objetos o cosas).
Para que fuera un principio estrictamente lógico tendríamos que aplicarlo o referirlo a los juicios o enunciados, diciendo, por ejemplo: que "todo enunciado es idéntico a sí mismo". Pues bien, es necesario tomar en cuenta esta misma observación al estudiar los demás principios lógicos supremos que postula la lógica tradicional, en los cuales advertiremos siempre un plano ontológico (cuando se refieren a objetos o cosas) y un plano lógico (cuando se refieren a formas lógicas, como los juicios).
En el diálogo Sofista (254 d), Platón habla de quietud y movimiento. En este pasaje Platón le hace decir al extranjero: “Ciertamente cada uno de ellos es otro que los otros dos, pero él mismo lo mismo para sí mismo”. Platón no dice sólo: “cada uno es él mismo lo mismo”, sino: “cada uno es él mismo lo mismo para sí mismo”. Así, la fórmula más adecuada del principio de identidad, A es A, no dice sólo que todo A es él mismo lo mismo, sino, más bien, que cada A mismo es consigo mismo lo mismo. En la mismidad yace la relación de mediación, de síntesis: la unión en una unidad. Lo que expresa el Principio de Identidad, escuchado desde su tono fundamental, la llamada de la identidad habla desde el ser de lo ente. Pero donde el ser de lo ente toma voz por vez primera y propiamente dentro del pensamiento occidental, en Parménides, allí habla, lo idéntico, en un sentido casi excesivo.

El principio de no contradicción
Este principio se enuncia diciendo: "es imposible que algo sea y no sea al mismo tiempo y en el mismo sentido". En forma esquemática se puede simbolizar así:

"Es imposible que A sea B y no sea B."

Por ejemplo, no es posible que un objeto sea un libro y no sea, a la vez, un libro. Es posible pensar que el objeto pueda ser algo ahora y no ser ese algo después, pero no al mismo tiempo. Así, lo que antes fue un libro puede ser ahora basura o cenizas. Yo puedo estar aquí ahora y no estar después, pero no al mismo tiempo.
Así como el principio de identidad nos dice que una cosa es una cosa, el principio de no contradicción nos dice que una cosa no es dos cosas a la vez.
En el plano lógico, de los juicios, este principio de no contradicción nos dice que: dos juicios contradictorios entre sí no pueden ser verdaderos los dos. Por ejemplo:

• "Todos los hombres son mortales."
• "Algunos hombres no son mortales."

En este caso, sólo el primer juicio es verdadero.

El principio de no contradicción fue creado por Aristóteles. Constituye un principio fundamental usado en todo razonamiento, es decir, un axioma. Aristóteles afirma que se trata del más cierto de todos los principios, y no tan sólo una hipótesis. Sin embargo no puede ser probado ya que es utilizado implícitamente en todas las pruebas. Es un principio primario, lo que significa que no proviene de nada más básico.
Entrando en detalle, Aristóteles argumenta que es imposible asegurar coherentemente que el principio de no contradicción es falso ya que esto implicaría hacer una afirmación, pero el mero acto de hacer una afirmación presupone que este principio es verdadero: si uno no creyera en el principio de no contradicción, uno no tendría razones para creer que lo que uno dice significa una cosa y no lo contrario.
Dado que el principio de no contradicción es presupuesto en cualquier prueba que se pueda ofrecer de este, cualquier demostración de su veracidad sería circular. En conclusión, no hay forma de rechazar la veracidad del principio de no contradicción. Ese es el poder que tiene un axioma. Por ejemplo:

• “Eres una persona muy valiente, pero cuando vez sangre te desmayas.”
• “O decir que siempre piensas las cosas antes de actuar, y más bien actúas sin pensarlas.”

El principio del tercero excluido
Este principio declara que todo tiene que ser o no ser "A es B" o "A no es B".
Si decimos, por ejemplo, que "el perro es un mamífero" y que "el perro no es mamífero", no podemos rechazar estas dos proposiciones como falsas, pues no hay una tercera posibilidad.
En el principio de tercero excluido es preciso reconocer que una alternativa es falsa y otra verdadera y que no cabría una tercera posibilidad. Muchos consideran que este principio es derivado del principio de identidad, ya que una cosa es o no es (versión ontológica) o ente dos cosas contradictorias no cabe término medio (versión lógica).

El principio de razón suficiente
Este principio, a diferencia de los otros, no fue planteado por Aristóteles, sino por el filósofo alemán Wilhelm Leibniz (1646-1716).
El principio de razón suficiente nos dice que "todo objeto debe tener una razón suficiente que lo explique". Lo que es, es por alguna razón, "nada existe sin una causa o razón determinante".

Dice Leibniz en su Monadología:

Nuestros razonamientos están fundados sobre dos grandes principios: el de contradicción, en virtud del cual juzgamos falso lo que implica contradicción, y verdadero lo que es opuesto o contradictorio a lo falso, [...] y el de razón suficiente, en virtud del cual consideramos que no podría hallarse ningún hecho verdadero o existente, ni ninguna enunciación verdadera, sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo. Aunque estas razones en la mayor parte de las cosas no pueden ser conocidas por nosotros.

El principio de razón suficiente nos da respuesta a una exigencia natural de nuestra razón, según la cual nada puede ser nada más "porque sí", pues todo obedece a una razón.

Pongamos algunos ejemplos que ilustran este principio lógico supremo:

El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos por alguna razón, y esa razón se nos da cuando hacemos la demostración del teorema [de Pitágoras]. Los planetas se mueven en órbitas elípticas por alguna razón, y esa razón aparece cuando acudimos a la ley de la Gravitación Universal. La Revolución mexicana se produjo por alguna razón, y esa razón surge cuando estudiamos sus antecedentes y consecuencias.
En suma, el principio de razón suficiente nos dice: "todo tiene una razón de ser".

8 comentarios:

  1. Muy buen artículo, aclara en forma precisa las dimensiones ontológica y lógica de estos principios y su proceso histórico.
    Gracias

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  2. Gracias muy buen material me sirvió de mucho.

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  3. estas son algunas de las cosas que se pueden comprender desde el uso adecuado de la armas epistimológicas implícitas en Platon y Leabniz. Aristóteles fue un bárbaro de la oligarquía antihumana.

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  4. Muy interesante me ayudó mucho gracias

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  5. Gracias por el material excelente, me ayuda con el estudio de la materia de lógica.

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